La unión dentro del Valencia que no se quiere valorar

Un peso pesado abrazando al entrenador de forma sentida después de marcar un gol... y parece que hasta nos sepa mal que ocurra

Toni Hernández | 17 FEB. 2020 | 08:30
Foro: David González

En el vestuario del Valencia existe un grado de unión y de compromiso que insistimos en que no querer ver, porque los cabreos que que cogemos cuando el equipo pierde (la verdad es que las últimas derrotas dan para enfado gordo, no pongamos paños calientes), hacen que perdamos parte de la perspectiva de las cosas. Además, todavía queda ese poso de venganza y revancha por el pasado verano y la salida de Marcelino García Toral, y hacemos a los jugadores menos profesionales. Se iban a ir todos, Celades era un pelele, y ahora resulta que uno de los tipos con más peso en el vestuario, Gabriel Paulista, marca un gol y va a celebrarlo con el entrenador dándole un sentido abrazo. Una imagen que debería ser poco menos que icónica de la actualidad, pero que pasa de puntillas.

El trabajo del compañero del Diario AS David González refleja muchas cosas buenas, que encima parece que hasta nos sepa mal. A servidor, cuando el año pasado Marcelino y Parejo se daban esos abrazos tras goles y victorias del equipo, se emocionaba. Y es que palpabas que dentro eran una piña y que esa era la prueba evidente. Ahora pasa lo mismo pero parece que no sea igual, que el relato se nos tuerce, que perdemos argumentos para atizar si llega el momento de máxima debilidad del equipo. Sinceramente no lo entiendo, y el atajo de listos de saldo verán en esto que se habla bien de Lim o de Meriton, cada uno con su obsesión, pero lo que percibe un veterano de estas cosas es que en ese vestuario van a muerte. Y eso no hay dinero en el mundo para pagarlo.