Pellegrino no quiere repetir la derrota útil

El Valencia recibirá mañana a la UE Llagostera en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras el 0-2 conseguido en el encuentro de ida que debería garantizarle su clasificación para la siguiente ronda; en 1997, la UD Las Palmas protagonizó el único precedente de una remontada sufrida por el Valencia en su estadio en la copa con dos goles de ventaja.

"Tengo sueños imposibles, como jugar en el Real Madrid, en el Valencia con Romário, en Las Palmas con el Turu Flores, en el Barcelona con Ronaldo, o en el Atlético de Madrid con Simeone y Esnaider".

¿Quién pronunció estas palabras en el año 1996? él, Diego Armando Maradona, un hombre que estuvo en un par de ocasiones cerca de fichar por la UD Las Palmas. Premonición del diez o no, el Valencia y el conjunto canario se enfrentarían en la Copa del Rey en aquella campaña por primera vez en 23 años. Los designios de la temporada alejaron a Romário del Valencia, pero sin embargo, como técnico del club figuraba Jorge Valdano, el mismo que había calificado al brasileño como futbolista de dibujos animados poco tiempo antes y ganó al lado de Maradona la Copa del Mundo de 1986. Para hacer más confusa la historia de aquella eliminatoria apuntaremos que Ángel Cappa, compañero de batallas de Valdano en los banquillos en tiempos pasados, dejó de dirigir a Las Palmas tras el partido de ida disputado el 29 de Enero de 1997. Su sucesor, Francisco Castellano, tenía un buen recuerdo de aquel enfrentamiento de 1974 ante el Valencia, ya que Las Palmas, equipo en el que militaba como jugador, eliminó al conjunto valenciano y pudo clasificarse para las semifinales de la Copa del Generalísimo por primera vez. En 1996-97 se repetiría la historia, pero lo haría de una forma absolutamente surrealista.

El Valencia perdió una ventaja de dos goles, un hecho sin precedentes que tuvo en la intervención de Valdano ante la prensa, el momento clave de la noche. La derrota útil sólo tuvo cabida en su concepción futbolística, y sucedió en un partido en el que el "Turu" Flores, millonario fichaje en verano del equipo amarillo, comenzó desde el banquillo. Con los hermanos Valerón y Manuel Pablo formando parte de aquella plantilla, los canarios superaron en todas las facetas del juego al conjunto blanquinegro. Como decíamos, dos partidos extraños, con un primer choque en la ida en el que el Valencia ganó 0-2 con diez hombres después de la expulsión de Camarasa y que no dejaba lugar a la duda; el equipo debería estar sin problema en la ronda de los ocho mejores. Pero en el segundo encuentro fue incapaz de marcar un solo gol contra un conjunto que ocupaba la posición número 17 en segunda división, a un solo punto del descenso y que jugó gran parte de la agónica prórroga con un futbolista menos.

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Un penalti fallado por Fernando Cáceres, el ex de Boca, River y Zaragoza, incendió Mestalla. Las Palmas no erró ninguno de sus cinco lanzamientos, y los Walter Pico, Simionato o Manuel Pablo, dieron pie a una de las noches más negras del Valencia en la historia del torneo del KO. Pero si el resultado ya era de por sí doloroso para el club y no necesitaba de ningún combustible ajeno para hacer arder con más intensidad la llama, Jorge Valdano se encargó de lapidar la noche en rueda de prensa haciendo uso de su particular verborrea, traduciendo la derrota de su equipo con una frase legendaria que todavía es usada por el valencianismo tras partidos desquiciantes: "ha sido una derrota útil".

Valdano no solo había guiado al equipo a un desastre que jamás se ha vuelto a repetir con el mismo guión, sino que perdió la objetividad y el criterio debido a la emoción negativa del momento. La UD Las Palmas fue el protagonista de una gesta copera especial, que le llevó a ser portada de diarios muchos años después de sus éxitos en las competiciones nacionales y en la Copa de la UEFA. Para el Valencia, que había comenzado la temporada ensimismado por el sueño de contar con Romário, aquella eliminatoria supuso un golpe muy duro, la certeza de que el proyecto que Valdano había recogido ya con una realidad deportiva muy mermada, terminaría cayendo al vacío.

Eliminados por el Schalke 04 en los cuartos de final en competición europea y décimos en la clasificación liguera al finalizar la temporada, los fichajes de Ortega y el retorno de Romário volverían a encender de pasión la grada de Mestalla en la siguiente campaña. En Febrero de 1997 el equipo estaba roto, y un segunda en horas bajas consiguió remontar una eliminatoria volcada de un lado desde el partido de ida. No parece que el Llagostera tenga capacidad suficiente para dar el golpe en Mestalla, pero el precedente de 1997 recorrerá la mente de los aficionados que mañana decidan acercarse al recinto valencianista.