Defensa férrea para dejar atrás los errores de 2024-25

El Valencia de Carlos Corberán viaja este fin de semana a un escenario poco habitual: el Estadio Johan Cruyff, que acogerá un choque cargado de alicientes. La polémica por la sede ha dejado en segundo plano lo deportivo, pero para el vestuario de Corberán la prioridad es clara: competir y corregir errores.

El recuerdo del pasado curso sigue fresco. Ante el Barcelona, tanto en Liga como en Copa, las grietas defensivas fueron demasiado evidentes. Por eso Corberán ha insistido en las últimas sesiones en la necesidad de un bloque junto, solidario, capaz de reducir al mínimo las pérdidas y cerrar espacios interiores. No es una cuestión de plantear un partido suicida, sino de sobrevivir en los tramos de dominio azulgrana y aprovechar al máximo las opciones de morder arriba.

El momento de forma de los dos equipos es distinto al de la pasada temporada, pero la exigencia será la misma: el Barça llega con individualidades capaces de decidir en un segundo pero el Rayo ya demostró que se les puede hacer daño. Corberán también confía en que los nuevos fichajes, con más semanas de rodaje, empiecen a ofrecer un nivel cercano al esperado. Santamaría y Ugrinić en la medular, Ramazani y Danjuma por fuera o Beltrán en la delantera son piezas que deben dar frescura y alternativas a un Valencia que no puede vivir solo del oportunismo de Hugo Duro. El plan está claro: disciplina férrea, aprovechar cada transición y buscar un golpe que sorprenda al favorito. Se empieza a vivir otra semana de Barça-Valencia.