Triste imagen en Madrid (3-0)

El Valencia firmó uno de los peores encuentros de la etapa Voro en su visita al Vicente Calderón, al Atlético le bastó muy poco para terminar goleando a un equipo que no plantó cara ni compitió durante los 90 minutos. El castigo pudo ser incluso mayor.

En Vitoria se argumentó que el cansancio había influido en el resultado, pero no existen excusas para justificar el encuentro disputado por el Valencia en el Calderón. Impotentes en ataque e imprecisos en todas las líneas, el equipo de Voro fue un juguete roto en manos del Atlético de Simeone. Los colchoneros salieron con más intensidad y ganaron todos los duelos, poco tardó Griezmann en inaugurar el marcador después de una rápida carrera. Los mano a mano de los delanteros locales con Mangala y Alves se repetirían durante todo el duelo, en parte provocados por las numerosas pérdidas del centro del campo. Tampoco el árbitro estuvo bien, marcando diferencias en el criterio de las amonestaciones, algo que Enzo Pérez sufrió. Poco que destacar en el equipo de Voro más que la entrega de Zaza y alguna incursión de Gayà. Carlos Soler y Parejo no pudieron imponerse en ningún momento.

La segunda mitad comenzó con la misma tónica, se esperaba una reacción valencianista pero el encuentro siguió con la misma dinámica. Primero lo intentó Carrasco desde lejos y en la siguiente acción Gameiro cerraba el partido con un duro disparo que Mangala desvió a la red. El Atlético replegó líneas y no sufrió en ningún momento ante un Valencia que tenía la pelota en posiciones estériles. Partido muy flojo de Orellana, impreciso en todas sus acciones. Voro dio entrada a Santi Mina y Bakkali, el belga aportó algo de chispa, pero el Valencia ya había bajado los brazos. Zaza tuvo la única oportunidad del segundo tiempo, pero el remate llegó de forma manda a la portería de Oblak. Quedaría tiempo para que Griezmann marcara el tercero tras un nuevo error de la zaga. Resultado inapelable e imagen decepcionante de un Valencia que se despidió de forma negativa del Vicente Calderón.