La afición quiere resultados y éxito del Valencia que generen orgullo, lo demás son caprichos que queremos la prensa

Un café largo, con un amigo que lo es desde hace mucho años, analizando el papel de la prensa en este Valencia, y el peso real de la afición

Toni Hernández | 04 ABR. 2016 | 08:33

Mi visión del periodismo deportivo y del fútbol es muy distinta a la que he tenido durante muchos, lo veo de una forma completamente diferente, me molestan los tópicos del fútbol que son eso, tópicos en muchos casos vacíos, pero que se usan para explicar todo, en este caso, sobre lo que rodea al Valencia. Tendemos a ver las cosas como se han hecho toda la vida, e igual que no se hace periodismo como hace 20 años, el fútbol no tiene nada que ver tampoco. Y luego está cada club, y en este caso, el de Peter Lim tiene la estructura de empresa multinacional de fuera de España, con mecanismos que aquí se nos hacen bola en el estómago, pero es como funciona el mundo en estructuras con más de 100 millones de presupuesto anuales.

Hablo con un buen amigo, con el que las he tenido muy fuertes, y quizá por eso nuestra relación es buena. “Antonio, ahora lo ves todo distinto”. Si, es así. Estar dentro de un club profesional, vivir su día a día, convivir con ese día a día, te hace entender muchas cosas. Una de ellas es porqué a los periodistas se nos ve como gente rara, se ríen muchas veces de nosotros a nuestra espalda y se nos tilde de gente que no tiene ni idea de lo que habla. Y lo peor es que muchas cosas tienen razón. “Cuando se gestiona en relación a lo que los medios pervierten como demandas de la afición, error”. Una verdad gigante. Los medios no somos la afición, debemos ser el nexo de unión entre ella y el club, su voz, pero no su portavoz. “La afición quiere resultados y éxito que generen ilusión, lo demás lo quieren los periodistas”. Otra verdad gigante, de las que a nosotros, la prensa, nos fastidia con J, pero porque es cierto.

Si se piensa con frialdad, cuando la prensa decimos que Neville aislaba al equipo, ¿de quién lo aislaba, de la afición, de los rivales, del fútbol? ¿O era de la prensa a la hora de entrenar? ¿Eso es malo necesariamente? ¿Madrid o Barcelona dan acceso libra a los medios a todas sus sesiones o sólo a los medios oficiales del club? Tendemos a convertir lo que nos molesta a nosotros en las demandas de la afición, y esta es bastante más sencilla que nosotros, porque sólo quiere ganar, lo demás le importa un pimiento, y de eso no nos queremos dar cuenta. Si el equipo fuera ganando, a la gente le daría igual que estuviera a Neville o yo mismo, o que el dueño fuera Peter Lim o Jesulín de Ubrique, porque lo que quiere la gente es ganar, sin más. El valencianista quiere ganar, y punto.

"Hay momentos donde hay que explicar y hablar claro, pero cuando hay cosas sensatas que decir, los hechos deben hablar en el día a día". La ignorancia de todos a lo que no conocemos, incluso el desprecio a lo que consideremos menos que nosotros, hace que la gente piense que el fútbol de Primera y el de Segunda B son muy distintos, y la única diferencia es el dinero que se genera, porque todo lo demás es exactamente igual. Esa filosofía es la clave, sólo hablar cuando haya algo que decir, y que tu trabajo sea el que hable todos los días. Pero eso a la prensa no nos vale, porque necesitamos una Lay Hoon todos los días, o un cese y cambio de entrenador, o un dueño dando conferencias de prensa casi a diario. Los medios nos exigimos y nos exigen mucho, nos cuesta simplificar, todo lo complicamos y llevamos al extremo, y eso luego se refleja en la afición.

Este club necesita que el año termine de una vez, y lo haga de forma decente y digna, es decir, no sólo salvándose, sino con un poso lo menos amargo posible, porque hace falta para construir el Valencia del futuro, el que gane, que es lo que quiere la afición, esta sufrida y fiel afición, que volverá a sacar las castañas del fuego una vez más.