Horas clave para una salida que puede dejar huérfana a la defensa
La salida del canterano obligaría a Corberán a rearmar la defensa desde cero, en todo caso, lo mejor es que la situación se resuelva cuanto antes

El caso Mosquera sigue en el aire después de que el futbolista haya rechazado renovar. Su irrupción fue tan natural como necesaria y ahora que puede marcharse, el vacío en la defensa puede ser mucho mayor de lo que parece. El caso tiene muchas aristas, pero la vertiente económica pesa más en el jugador que la deportiva, ¿qué perdería el Valencia?
Carlos Corberán lo tenía claro desde que llegó: Mosquera era el central que le permitía construir desde atrás. Un perfil que encaja con su idea y que permitía al equipo ganar metros sin exponerse al caos. No es fácil encontrar jugadores así, menos aún cuando salen de tu cantera y sin coste. Por eso, su salida no es solo una operación de mercado con menos ganancia de lo que podría esperarse hace un tiempo, es un dardo a la falta de competitividad deportiva.
La defensa quedará tocada. Diakhaby sigue siendo una incógnita tras su lesión y los jóvenes como César Tárrega o Yarek aún están en fase de aprendizaje. Puede que el club confíe en ellos, pero la exigencia de Primera no perdona. En ese escenario, el Valencia tendría que acudir al mercado sí o sí. Y eso, con poco margen económico, complica mucho las opciones. Además, hay un matiz que va más allá de lo táctico: perder a Mosquera ahora lanza un mensaje contradictorio. Porque se habla de construir sobre la base, de confiar en los de casa, pero el jugador ha terminado rechazando una propuesta importante. Las próximas horas van a ser clave, y también es cierto que tanto el central como sus representantes llevan meses jugando al despiste (con la excusa del proyecto deportivo).