Ilaix Moriba, un caso perdido para el Valencia
Expulsiones evitables, poca aportación en lo futbolístico y escasa implicación teniendo en cuenta la situación actual.

Rubén Baraja repite semana a semana que los jugadores están implicados y son conscientes de la situación por la que atraviesa el Valencia, pero cuesta tener fe en sus palabras viendo algunas actitudes de ciertos futbolistas. Los errores de concentración en defensa han sido una constante durante la temporada, ahora la ansiedad se ha apoderado de la plantilla pero no es más que la consecuencia de no haber hecho los deberes con anterioridad.
Mientras haya vida lo correcto no es personificar en nombres, pero hay miembros de la plantilla que merecen el suspenso sin paliativos. El Valencia volvió a darle una oportunidad a Ilaix Moriba el pasado verano confiando en que su paso por Mestalla le hubiera servido para madurar y que pudiera repetir buenas actuaciones como la de la final de copa. Tras unos meses el resultado no ha podido ser peor, no parece que haya jugado dentro del esquema que más le beneficia ni que haya estado acompañado de la mejor manera.
Ilaix ha ofrecido muy poco fútbol, dejando algún destello pero pasando desapercibido en la mayoría de ocasiones. Pero lo que más llama la atención en él es su actitud, con poca determinación para ofrecerse en partidos difíciles y sacando su peor cara por la frustración como el pasado sábado. Pero no es la primera expulsión de esta temporada, y a pesar de que su nivel fue muy bajo, Baraja decidió darle la oportunidad en el decisivo encuentro ante el Sevilla; es muy posible que se le hayan terminado los comodines para poder triunfar en el Valencia.