Maxi Gómez: un delantero centro vive de marcar goles, no lo olvidemos

El delantero uruguayo sigue sin estar al nivel que se espera y que se necesita, porque los intangibles, sin goles, al final no valen de nada

Toni Hernández | 09 OCT. 2021 | 07:00
Maxi Gómez

Maxi Gómez es, ahora mismo, uno de los peores fichajes de la historia del Valencia en su relación calidad / precio. Discutir esto no tiene sentido, más allá que todos queramos que el uruguayo comience a marcar goles como si no hubiera un mañana. Pero ya lleva 3 temporadas con esta, y lo cierto es que en ninguna ha dado la sensación de que esos 16 millones de euros en dinero, más Santi Mina, que se valoró en otros 10, fueran una buena operación. Si encima caemos en la tentación de comparar el rendimiento de uno y de otro, al menos en cuanto a las cosas que se pueden cuantificar (y el Celta tampoco ha estado para tirar cohetes estas dos últimas campañas), todo es mucho peor.

Maxi lleva, desde el verano de 2019, 71 partidos de Liga, con 5460 minutos, y 18 goles anotados. Santi Mina, en el mismo tiempo, ha disputado 72 choques, con 5057 minutos, y 20 dianas. Podemos decir que son números similares, que lo son, pero es que eso ya es malo, muy malo. El uruguayo ha cambiado de agencia no hace demasiado. Ahora anda con AIS Football, una empresa de Madrid que lo ha firmado hace muy poco, y que aún no lo ha actualizado ni en transfermarkt. ¿Esto significa algo? Pues lo vamos a ver en breve, porque la idea que tenía el jugador en el mercado de enero del año pasado no era quedarse, y eso es algo que se vio de forma evidente.

Está claro, o al menos es lo que parece, que el club tendrá que cerrar salidas antes del 30 de junio, y en ese momento, Maxi puede ser un valor de mercado mejor que el verano pasado. Quedará menos por amortizar de su traspaso y habrá hecho, esperemos, una mejor temporada que la pasada, aunque no es que sus números actuales inviten especialmente a ser optimistas. Bordalás sigue confiando en él, pero está claro que con eso sólo no basta. Los delanteros viven de marcar goles, y eso no está pasando.