José Luis Gayà y su rol en el Valencia actual
El capitán no está bien, nada bien, y además se le intenta hacer culpable de todo porque es el que más cobra de la plantilla

José Luis Gayá, el capitán del Valencia más complicado de la historia, no está bien. Muchas veces me pongo a pensar en él y creo que es un tipo que, dentro de un orden, ha tenido muy mala suerte. Le han pasado muchas negativas dentro del privilegio de ser jugador profesional del equipo de tus amores, internacional, y como se ha puesto de moda decir hasta la saciedad en estos tiempos, con un gran contrato.
Lesiones en momentos clave, sanciones raras, decisiones del club que han roto el equipo en más de una ocasión, la vorágine de Meriton desde 2014… le ha pillado todo, pero absolutamente todo, y además a él le han pasado cosas muy extrañas. Y ahora mismo está mal, muy mal, sin confianza, perdido, despistado, incluso, desde fuera, como ausente.
Lo de Pamplona fue marciano, pero su partido en Barcelona creo que fue algo incluso peor. Junto a Corberán, fue objetivo de muchísimos palos después del partido, seguramente muchos merecidos, aunque otros iban en el lote clásico de los que se termina llevando desde hace tiempo. Necesitamos la mejor versión de Jose, y si eso supone que tenga que parar, que tenga que estar incluso en el banquillo, pues que así sea.
Me niego a pensar que un tipo de 30 años recién cumplidos el pasado mes de mayo ya no sirva, porque como encima empecemos con la cantinela ya no se la quita de encima jamás. Soy muy de Gayà, no lo oculto y no he hablado con él en persona en mi vida que yo sea consciente, con lo que no es mi amigo ni mi conocido. Pero tiene que ser Gayà, no lo que es ahora mismo, que el primero que lo debe tener claro es él.