Con este Valencia, al fin del mundo
El equipo tiene alma, corazón y calidad, y sí, le faltan cosas, especialmente gol, pero debemos ponerlo todo en varlo y analizarlo en su justa medida
Con este Valencia de Albert Celades podemos y debemos ir al fin del mundo. Hacía tiempo, mucho tiempo, que este equipo no tenía gente con tanta calidad, tanto amor propio y tanto compromiso, y lo visto contra el Chelsea simplemente es la evidencia del grupo humano y futbolístico que se ha ido armando durante los años. Y digo durante los años porque varios jugadores que son pilares básicos de esta plantilla como Garay, Gayà, Parejo o Rodrigo ya llevan aquí tiempo, bastante tiempo, más allá de 2017. Un equipo de fútbol es la suma del trabajo, a ser posible de un buen trabajo, de todos los que pasan por él, y esta plantilla es una prueba viviente de lo que estamos argumentando. Verlos competir, con sus errores y con sus aciertos, con sus virtudes y sus carencias, es una auténtica delicia, porque te acaban enganchando.
Queda muy claro que a este grupo, con dos detalles muy concretos y un punto más de madurez, que eso no se alcanza sólo ganando una Copa del Rey, aunque desde luego ayuda, puede y debe aspirar a cosas muy importantes, porque está diseñado para ello. Se tienen que dar cambios, evoluciones, pero conservando la columna vertebral, la esencia misma de este equipo, y acertando con esas cuestiones diferenciales, estamos ante la opción de un equipo de leyenda, sí, de leyenda, no tengamos miedo a pensarlo a decirlo. Y eso no implica siempre éxitos, pueden haber años duros (la segunda temporada de Benítez fue mala), pero no debemos salirnos nunca del camino que se viene marcando este tiempo. Por nada del mundo.