Quien dude de la plantilla del Valencia es un necio: los tenéis de acero

El equipo demuestra que sigue siendo fiable, pero mucho, que puede competir contra cualquiera, y que eso de que el año se ha acabado habrá que verlo

Toni Hernández | 17 SEPT. 2019 | 22:54
Rodrigo Moreno

El Valencia arrancaba su participación en la Champions League con un nuevo terremoto provocado por su presidente, Anil Murthy, que culpaba a la prensa de los males del club y afirmaba que “los jugadores no tienen ningún problema con el nuevo entrenador”. Sobre el campo, el equipo salía con 4-4-2 y Coquelin en la derecha, algo ya visto con Marcelino en muchas ocasiones. Los ingleses salían a por el partido y se jugaba en campo visitante de forma permanente, algo “normal”, pero cuando se está de los nervios, como estamos todos, ya no lo es. Antes del cuarto de hora al menos el equipo había equilibrado el choque, aunque Coquelin tenía amarilla y la portería contraria seguía quedando lejos. Eso sí, cuando el Valencia se animaba, generaba peligro. La confianza crecía y se estaba mejor poco a poco, mucho más reconocibles en todo. Pasada la media hora se podía decir que el Valencia era mejor, mucho mejor, y que estaba cuajando quizá el mejor encuentro del año hasta ese momento. El final del primer tiempo tuvo alguna ocasión para el Chelsea, pero con un equipo visitante que seguía firme y con las ideas claras. Y defendiendo muy bien. Cillessen hacía una gran parada en el 47, y con tablas nos íbamos al descanso.

La segunda parte empezaba sin cambios y con la sensación de que se podía hacer algo importante. Los locales salían intentando llegar, pero el Valencia estaba bien colocado, muy bien posicionado, y pisando campo contrario con cierta fluidez aunque sin demasiado peligro. Gameiro tenía la más clara en el 56, con un córner ensayado que estuvo a punto de ser el 0-1. Cillessen metía otra mano prodigiosa abajo en una falta de Marcos Alonso en el 62. En el 69 entraba Maxi Gómez por Kevin Gameiro, y Celades movía su banquillo. Y en el 74 llegaba el merecido gol del Valencia, con un gran balón de Parejo en juego parado y un gran remate de Rodrigo para hacer el 0-1 que desataba muchas cosas buenas. Pero una acción aislada, en el 85, un rebote que daba en la mano de Wass, se decretaba penalti vía VAR… pero Barkley lo tiraba fuera. Era justo, muy justo. Quedaban 3 minutos y el añadido. En el 89 se iba Rodrigo y entraba Kang in Lee, toda una declaración de intenciones de Celades que dará que hablar. Diakhaby entraba en el 92 por Cheryshev para ganar tiempo. Pero ahí casi se termibaba el partido. No se conseguía una victoria, sino mucho más que eso.