Operación "limpieza" del Valencia
Aún quedan herencias de un pasado no tan lejano que siguen doliendo a lista y al bolsillo, y el objetivo es acabar con ellas
La gestión deportiva del Valencia desde la junio de 2015 y hasta mayo de 2017 se puede considerar como un periodo complicado, no están tan claro sin ego, porque hubo buenas noticias aunque no se tengan tan frescas, pero está claro que hubo una serie de errores garrafales, o que salieron muy mal, que al club le han costado y le están costando mucho dinero. Es posible que Aymen Abdennour, la roca, el nombre que venía del Mónaco y que lo hizo con todos los parabienes posibles, sea quien mejor personifique aquella época, porque costó una barbaridad, cobra una barbaridad, y su rendimiento ha sido una de las peores relaciones calidad/precio de la historia centenaria de este club. Palabras muy serias sin duda, pero muy reales también.
Son cosas que afectan al Fair Play Financiero, porque son jugadores que no suman, que no se revalorizan, que tienen unos salarios que nadie más va a pagar porque su rendimiento no está acorde con ellos, y el gran trabajo de Mateo Alemany es termina esa operación limpieza que arrancó hace dos años con gente como Diego Alves o Enzo Pérez (sí, esos dos muchachos jugaban aquí, aunque parezcan ambos un recuerdo muy lejano). Murillo debe salir también, igual que el caso de Medrán, Vez o Nacho Gil, porque el fútbol ha dejado claro que no van a jugar aquí, y el club ya no busca ni ganar dinero con traspasos, aunque con Abdennour se negocia, sino conseguir sacar sus fichas de las cuentas de la entidad. Unos de los grandes retos de este verano.