Una idea del Valencia que va a generar debate... ¿y problemas?

El Valencia quiere cambiar por completo el concepto de grada de animación, y para ello ha planteado una reforma integral de la Curva Nord, para que en un plazo medio, por determinar, se convierta en un lugar que concite a unos 5.000 aficionados y que esté bajo la tutela de la entidad, como ya ocurre en otras instituciones de este país. Esta información la recoge el diario Levante-EMV, el compañero Vicente Chilet, que aporta datos que sin duda van a generar cuanto menos un debate interno: “el modelo en el que pretende inspirarse la entidad es el que puso en marcha el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, un prototipo de grada neutra y muy uniforme tanto en el colorido como en la manera de animar a los futbolistas”. Esto no va a gustar, es evidente.

Según esta misma información, al club le preocupa que el aficionado haya “envejecido”, que la media de edad de los asistentes al campo de Mestalla haya subido de 45 a 45,5 años, y se quiere cortar de raíz. El problema que puede generar este nueva forma de afrontar la grada de animación no es en sí mismo lo que propone, sino que el modelo sea una “copia” del que usan otros, y eso es algo que por esencia no gusta, ya que siempre es preferible ser distinto, genuino, a ser una copia de los grandes, cuyo tamaño nunca vas a poder tener por desgracia. Veremos cómo sienta esto en el entorno social del club en el corto y medio plazo.