Estupideces en domingo debería ser pecado: que gane el Valencia es lo único imporante hoy

Si por cada estupidez interesada que se dijera en Valencia hubiera que pagar un euro, quien lo recibiera sería rico, o esta ciudad sería de mudos, porque mira que nos gusta a todos, y me pongo el primero, sacar la lengua a pasear y decir lo primero que nos viene a la cabeza sobre todo, pero si es sobre el Valencia Club de Fútbol, Peter Lim Layhoon Chan, Anil Muryhy, Cesare Prandelli, Jesús García Pitarch, multas de la Unión Europea, compra de acciones, juntas de accionistas, Mestalla, Nuevo Mestalla y derivados, ahí es cuando perdemos el control de forma absoluta. De esta ecuación saco al aficionados, que ese sí puede decir lo que le da la gana siempre, aunque está claro que siempre hay gente que hace de la libertad de expresión libertinaje, y eso tampoco es de recibo. Porque insultar a la hija del dueño del club por ir a ver un partido en Manchester es pasarse, lo diga quien lo diga, sea vez como se quiera ver.

Y en esas llega un día de partido como el del Granada, el último, al que hay que ganar como sea y no precisamente porque ser farolillo rojo, sino porque la urgencia marca que los puntos deben quedarse en casa. Después de muchos días de burradas sin fin, de ataques y contra ataques, de más capítulos de esa guerra larvada en la que ya ni se distinguen los bandos porque hay tantos como intereses, en esas, alguno se da cuenta que ganar es lo único que vale. Y desde las misma tribunas en las que se exigían barbaridades de todo tipo, hoy se pide calma, sosiego y apoyo. Esa doble moral, doble cara y doble todo que nos persigue siempre. En fin, Serafín...