Líderes u hombres en el Valencia, tanto da

Que se haya armado cierto lío por si Ron Gourlay dijo que quería líderes y no hombres en lugar de niños, traducciones al margen, me parece algo muy poco relevante desde el punto de vista del fondo, y menos aún en la forma.

Los tiempos estos que vivimos de buenismo me tienen cansado, hastiado, supongo que porque yo de una generación que todavía agradece alguna bofetada dada a tiempo en sus años de Juventud, y que ahora mismo sería visto como una especie de maltrato salvaje sin importarnos las consecuencias que todo eso puede tener en el futuro.

Si he aprendido algo en el mundo del fútbol es que a los jugadores hay que hablarles claro, muy claro, a ser posible a la cara, y no mentirles nunca, porque eso es algo que no perdonan jamás. Ellos sí pueden mentir, pero ese es otro tema.

Gourlay diría lo que dijera, pero quiso decir lo que dijo, es decir, que aquí hay que echarle lo que hay que echarle, y esto no va de excusas ni de tiempos ni de cualquier otra historia que se ha estado usando estas semanas.

Ha sido un verano de exigencias y de esfuerzos, y eso tiene que tener una contraprestación por el otro lado, que no significa que tengas que ganar todos los partidos, porque eso no lo hace nadie, pero que tampoco hagas el ridículo contra los colistas, que al final es lo que nos terminado pasando antes del parón. Hacen falta líderes y hombres, y nada que no sea eso.

Luego ya que traduzcan al escocés como se quiera, pero el mensaje estaba muy claro con o si la conversión al español, así que vamos a dejarnos de tanto miramiento y de cogérnosla con papel de fumar.