Con la salvación hecha, el Valencia debe volver a enamorar al valencianismo: objetivo Nou Camp

Un valencianista de pro, menos influyente de lo que podría, con pensamiento propio, lleva semanas diciéndome “me preocupa más el desánimo que sufrir”

Toni Hernández | 15 ABR. 2016 | 08:47

Con menos miedo en el cuerpo que en el último partido de Liga ganado al Sevilla, con la salvación hecha salvo catástrofe, además de asegurar la categoría, hay algo que debe ocupar al Valencia tanto como encontrar entrenador para la temporada 2016/2017 o los fichajes que debe acometer García Pitarch para armar un equipo que aspire a la clasificarse para la Champions League, como esta misma semana me decía alguien muy importante en el club. Y la ocasión la pintan calva que diría un castizo, porque llevarse por delante al Barcelona de Messi, Neymar y Luis Suárez en el Nou Camp, por muy depresivos que estén, es el punto de inflexión anímica que podría ayudar a los miles que van a Mestalla, y los otros cientos de miles que no pueden entrar, a recuperar la autoestima, el orgullo y el ánimo que se ha ido perdiendo en un año para olvidar, o mejor, para aprender. Por cierto, Peter Lim, que será de Singapur pero no tonto, también lo sabe, y sus medidas ha tomado. Esa manía que tenemos en Valencia de hablar mal de quien no conocemos es fea, muy fea.

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Aparte de que ganar sería la sentencia a terminar con la pesadilla y pondría en la mano hasta poder acabar en una posición medio digna en la tabla, ese golpe de orgullo que es ganar a uno de estos bichos en su campo daría un respaldo moral a una afición que debe cerrar filas en torno a su club, porque viene una etapa que algunos están intentando pintar de dramática, y otros como yo, que debo ser una mezcla de un ser inconsciente y soñador, piensa que va a ser apasionante. Se va a hacer un buen equipo, y me gustaría recordar a toda la caterva de genios que se tiran las manos a la cabeza porque no se van a poder gastar 110 millones de euros en plantilla, que con 80 se hizo 4º el año pasado, que el Atlético de Madrid gasta por el estilo, y que este año, tanto dinero no ha dado ni para jugar la Europa League. Odio los dramas gratuitos que son fruto del desconocimiento. Y aquí somos muy dados.

Confieso que mientras escribo este artículo voy enseñándoselo a mi amigo, que en lo que ya sabía está de acuerdo, y en lo que no también. De hecho insiste en ver una paliza en contra el domingo, y hasta nos jugamos un arroz, que con comida de por medio siempre se habla mejor de fútbol. Pero coincidimos los dos en una cosa, dentro de nuestras muchas diferencias de ver el Valencia: para ser grande no es indispensable ser rico, sino inteligente, tener desde luego un punto de suerte, pero cuanto mejor haces las cosas, o intentas hacerlas, más suerte puedes llegar a tener. El Atlético de Madrid no es el espejo de nada, en todo caso, ellos estarán mirando al espejo del Valencia 1999-2004, el equipo con los bemoles más grandes de este siglo y el pasado… empatado con el del Cholo, que tampoco el vamos a quitar mérito. Ah, con un coste de plantilla 6 veces inferior a los de siempre, como pasa ahora. Y entonces no estaban Cristiano o Messi, pero si Zidane, Ronaldo, Ronaldinho, Rivaldo. Lo de toda la vida, pero con inteligencia y valentía. Oye, y con García Pitarch por ahí, que no es que pintara mucho, pero su granito de arena puso.