JIM rechaza los petrodólares de Catar

El Levante habría cobrado íntegro el millón de su cláusula de rescisión

Rafa Carretero | 11 DIC. 2012 | 12:54

Juan Ignacio Martínez ha rechazado una millonaria oferta de un club de la Liga catarí que incluía el pago íntegro del millón de euros de su cláusula de rescisión, tal y como el Levante fue informado y hoy desvela ‘Superdeporte’. A pesar de lo suculenta que la propuesta era económicamente, el entrenador de Rabasa la ha declinado por motivos deportivos, ya que no está en sus planes cambiar la Liga por un destino exótico ni dejar en la estacada el proyecto que lidera en Orriols. Uno de los requisitos, además, es que su incorporación tenía que ser inmediata, por lo que habría tenido que abandonar el banquillo granota a mitad de temporada para enrolarse en una aventura en la que se le aseguraba un contrato de año y medio.

Quico Catalán y Manolo Salvador han estado informados de la situación en todo momento y eran conscientes de que en caso de que JIM hubiese aceptado no habrían podido hacer nada más que buscarle un sustituto aprisa y corriendo. En sus planes, eso sí, estaba informar al Consejo y que el director deportivo tratase de convencerlo de acabar la temporada, aunque se trata de un extremo hipotético al que no ha hecho falta llegar porque la negativa fue rotunda y sin vuelta de hoja.

La oferta llegó la semana del Helsingborgs y desde el primer momento el técnico tuvo claro que ése no era su tren. Curiosamente, días antes Salvador y JIM habían mantenido una reunión informal en la que el director deportivo le preguntó por sus sensaciones y tanteó la posibilidad de pasarle una oferta de renovación, cuestión para la que se han emplazado a finales de febrero o principios de marzo. Y es que ni el míster quiere ahora comprometerse en previsión de que le lleguen ofertas ni el club ponerlo contra la espada y la pared. Hay que recordar que apenas hace unos meses que se le mejoró el contrato y que en aquella negociación no se habló en ningún momento de ampliarlo pese a que la sintonía entre las dos partes es muy buena tras las desavenencias más de índole personal que deportiva que brotaron en el último tramo del pasado curso y que explotaron con el ‘caso’ de las primas.