Las primeras urgencias llegan a Orriols

Juan Ignacio se reúne con los veteranos

Rafa Carretero | 30 ENE. 2012 | 13:55

El Levante ha completado el peor mes de enero de su historia al sumar en Liga sólo dos empates, pero aun así conserva la cuarta plaza, igualado ya, eso sí, con el Espanyol. Los granotas se mantienen en zona europea pese a que la mala racha viene desde lejos. El equipo no gana desde el 10 de diciembre (1-0 al Sevilla, con gol curiosamente de Nano) y apenas ha arañado 8 de los 33 últimos puntos. Una media de descenso por más que la distancia con el antepenúltimo clasificado continúa siendo de once, todo un mundo.

En realidad, no es que cunda el desánimo, pero la intranquilidad ha empezado a apoderarse de los levantinistas, que ven cómo el colchón a este ritmo puede agotarse y con él evaporarse el sueño de jugar la próxima temporada en Europa League. El desgaste de la Copa y las lesiones han sido una losa muy pesada para el conjunto de Juan Ignacio, que ha echado en falta fichajes durante muchas jornadas y que a estas horas aún se mantiene en vilo con la llegada de un artillero.

Ése es ahora el gran objetivo del club, al que apenas le quedan 36 horas para fichar. Como ya había vaticinado Manolo Salvador, no será hasta el último suspiro cuando la entidad granota consiga cerrar una operación después de que en los últimos días las negociaciones abiertas se hayan caído uno detrás de la otra. Hasta el Ciutat de Valencia han llegado multitud de ofrecimientos, pero Salvador está jugándose en estos momentos el último as que se guardaba bajo la manga.

Preocupado por la situación, Juan Ignacio ha aprovechado esta mañana para hablar con los veteranos y pedirles un esfuerzo para tirar del carro. Ya sin Nano en el equipo, el de Rabasa ha conversado uno a uno en Buñol con Ballesteros, Juanfran, Venta e incluso el recién llegado Serrano, un futbolista que de momento no ha caído con buen pie ya que fue expulsado en su debut y ayer su aportación más destacada fue malograr una clarísima ocasión.

Las sensaciones internas son contradictorias y no hay duda de que perder ante Luis García, un técnico al que la verdad es que se le tienen tantas ganas como respeto, no ha sido plato de buen gusto. El equipo mejoró respecto a anteriores jornadas pero pagó cara su ineficacia ante un Getafe con la suerte de su lado en dos contragolpes aislados. Koné fue víctima de un penalti no señalado y estampó un balón al larguero, mientras que Botelho marró otra clarísima oportunidad. Es decir, que la imagen no fue tan mala, pero la derrota escuece y urge una reacción ya antes de continuar cayendo en picado.