José Luis Gayà señalado por el entorno del Valencia
Cuando se sentencia a alguien, y ya es mucho tiempo en ello, pocas veces hay vuelta atrás, aunque ojalá y él pueda hacerlo

El entorno del Valencia ha sentenciado a José Luis Gayà, y parte de la opinión pública, también. Es algo que se viene fraguando hace tiempo, que no puede sorprender a nadie a estas alturas, y que el martes vivió uno de sus puntos más álgidos, cuando el capitán pidió calma a la grada con 1-0, y después vino todo el desastre con los dos goles visitantes, en alguno de ellos con un fallo suyo.
Que no está bien es evidente, que se le nota cada día un poco más, lo mismo. Que la presión vivida estos años le pasa factura, como a cualquier ser humano que de verdad lo sea, igual. Se le ha enfilado, y no entro en las razones, pero es algo que está claro, que no sé si tiene vuelta, pero que si la tiene, no es nada sencilla.
Tener que dar la cara tantas veces cuando el equipo ha tocado tantas veces fondo le ha pasado factura en forma de desgaste, y si a eso le sumas lesiones, sanciones y que hace tiempo que no da su mejor versión, además de recordarle cada diez minutos, que es el que más cobra de la plantilla, configuran un cóctel explosivo, que simplemente no puede terminar bien.
Veo la situación con pena y con rabia, y con cierta impotencia, porque han sido tantos los símbolos engullidos por este Valencia actual en los últimos tiempos que te tienes que cabrear, aunque sepas que no puedes hacer nada por parar una estampida que encima encuentra ciertas razones cada cierto tiempo. Sólo puede desear que todo cambie, que Jose alcance el nivel que tiene, que sea él mismo otra vez, y aunque le seguirán partiendo la cara por darla, que muerta con las botas puestas, si es que hay que morir.