Las renovaciones del Valencia por recomendación del entrenador
Es algo de máximo riesgo, porque al final han sido casi todas impopulares, y vamos a ver si eso suma o termina restando

En el Valencia se han cerrado una serie de renovaciones que han sido petición expresa de Carlos Corberán. Con cualquiera que hubiera estado en el banquillo se hubiera afrontado lo de Diego López, Javi Guerra y César Tárrega, ademas de Christian Mosquera aunque no acabara bien, pero no tengo tan claro que con cualquiera se hubiera dado lo de Foulquier, Jesús Vázquez y André Almeida.
Estos tres jugadores han ampliado su vinculación con el club con el beneplácito del técnico que me parece muy bien, y aunque hay que distinguir casos, es obvio que no todo el mundo está de acuerdo. Digo que hay que distinguir casos porque en el de Jesús, la decisión podría haber sido de club, ya que con él se tomó una decisión hace dos años y hay que ser consecuente con ella, aunque Corona mande menos hoy que entonces, y Baraja ya no esté.
El galo y el luso son dos cuestiones que van a traer cola, sin duda, porque uno no está nada bien, y el otro apenas si juega, con lo que en ambos casos se está poniendo es cuestión que las cosas hayan terminado así. ¿Que el entrenador manda mucho? Lo que no puede mandar es nada, o muy poco. ¿Que a lo mejor había que haber puesto ciertos límites?
El problema es dónde ponerlos cuando son operaciones, se supone, de perfil bajo. Incluso hay quien se cuestiona que cómo es posible que hayamos renovado 6 jugadores, que pudieron ser 7, de una plantilla que iba última en el mes de enero, y con “ventaja”. El fútbol es muy criminal, para lo bueno y para lo malo, y está claro que hay decisiones que cuestan más de entender, y que también podrían estar más claras si se explicaran abiertamente y sin tapujos.