El Trofeo Naranja fue un solar muchos años… antes de Lim
Las gradas desiertas son algo que se dio hace muchos años, que se fue corrigiendo, y de lo que Meriton, al menos de eso, no tiene la culpa

“Meriton se ha cargado el Naranja”. Una cantinela que llevo unos años escuchando, y que me hace gracia, pero mucha gracia. Llevo acudiendo a nuestro trofeo desde que nací, de hecho fue la primera vez que fui a Mestalla siendo un bebé. Nadie me tiene que decir cómo es ese día, o días, que no hace tanto era un triangular y yo iba hasta cuando jugaban los dos que no éramos nosotros.
He visto el campo lleno hasta la bandera, pero a reventar, y lo he visto vacío como el desierto. Cuando se hizo coincidir la presentación con el Naranja me pareció una gran idea, porque te asegurabas mucha gente ese día, y Meriton, simplemente, ha seguido haciendo lo que empezó hace muchos años, sin más cambios, porque tampoco hay mucho margen para poder hacerlos, que es otra cosa que se nos olvida.
A nuestro trofeo le pasa lo que a todos, que en este fútbol globalizado, ese tipo de torneos es más un problema que algo positivo, y que sea un partido en casa, el primero del año, siempre ayuda, porque evita ver imágenes de las gradas desangeladas.
Es el día en el que van los que no pueden ir siempre, porque no tienen pase, porque económicamente no se lo pueden permitir o porque ese día quieren ir con toda la familia y eso cuesta un dinero que no todo el mundo tiene. Y claro que habrá turistas, porque Valencia está llena de ellos, y yo, cuando voy a una ciudad, si puedo, acudo a un evento deportivo, por supuesto que sí, que parece que eso sólo pase aquí, por el amor de Dios.
Y se llevan a cabo iniciativas de todo tipo para que la gente acuda, y que haya solidaridad, y que sea una gran noche, familiar, de buen ambiente, y sí, si hay ola, pues hay ola, que os molesta todo. Y no, Meriton no se ha cargado esto, al menos esto, aunque sea tentador cargarles ese mochuelo.