Las consecuencias de un mercado de fichajes del Valencia desastroso
Que lo que trajo al final de la pasada ventana era lo que era lo sabíamos todos, ahora toca hacer el doble trabajo con su salida
El objetivo del Valencia es no bajar a Segunda. Es muy duro y muy vergonzoso, pero es lo que tenemos delante. A partir de esa realidad, podemos elegir entre ayudar a Baraja y su gente o quemar la falla. Y apoyar al equipo no quita para que se siga la guerra contra la propiedad. Son palabras mías en redes sociales el pasado 4 de agosto, es decir, antes de comenzar la Liga y también de cerrar el mercado de fichajes de verano. Y adivino no soy.
El resto de la historia hasta hoy, pasando por el cierra de la pasada ventana, y que a un partido de terminar la primera vuelta estemos penúltimos con los mismos puntos que el colista, habiendo sumado apenas 12 de 54. Baraja, aunque no montó ningún show, dijo muchas veces lo que había, ya la respuesta fue a la que fue salvo alguna cosa, como Mir, que encima no ha salido, al menos hasta el momento, como todos queríamos. Y claro, ahora toca trabajo doble.
Porque a Corberán no le vale casi ninguno de esos fichajes de verano, empezando por Caufried, que parece que puede ser el primero en salir, aunque se supone que no el último. Primero por lo que estamos comentando, y segundo porque para poder fichar tienes que sacar a gente, que no hay fichas disponibles. Cada día le doy más valor a lo hecho por el Pipo, porque lo tiene, y cada día queda más claro que jugar con fuego en el fútbol es sentenciarte.