Las victorias del Valencia fuera de casa

El Valencia tiene que hacer normal el ganar fuera de casa. Son varios años, desde 2020, en los que hacerlo lejos de Mestalla se ha convertido poco menos que en un suplicio, un imposible, y cada victoria es como si fuera un parto.

Aunque el año pasado nos permitimos el lujo incluso de ganar en el Bernabéu, que es una de esas cosas marcianas que nos pasan en estos tiempos tan convulsos y de las que seguro nos acordaremos con el paso del tiempo.

Hoy es el segundo partido lejos de casa, y el rival, que no es el escenario, es de los más temibles de Europa. ¿Obligación de ganar? Eso es algo relativo, siempre en estos partidos, pero está claro que se ha de competir como titanes, que las dos últimas veces que hemos jugado contra ellos ha sido una vergüenza, sin paños calientes. Y aunque sea en su casa, que no en su estadio, tenemos que ir con todo. 

Nosotros debemos hacer lo que sabemos, lo que hicimos durante muchos minutos frente al Getafe, y evitar que nos pasen esas desconexiones defensivas que tanto daño nos hicieron el curso anterior, y alguna vez en lo que llevamos del presente. Pero por encima de tácticas, sistemas, esquemas y planteamientos, lo que toca es empezar ganando, convertido en hábito, y empezar a dar el salto de calidad por ese lado.