Esto del descenso del Valencia y del futuro del club
El riesgo de bajar no es que esté ahí, es que si viéramos a un equipo como el nuestro desde fuera, pensaríamos que es cosa hecha
El descenso del Valencia es algo que no debe pasar, pero que ahora es muy probable que pase. Ahora, 10 de diciembre, con 10 puntos de 42, a las puertas de jugar contra el Valladolid, el único equipo que hoy en día es peor que nosotros, con el entrenador más cuestionado que nunca, con la plantilla en la picota, y con el dueño, como siempre, desaparecido en combate. Esa es nuestra realidad, más allá de otro tipo de guerras que, ahora mismo, me parecen hasta graciosas.
Mi cabeza, supongo que porque soy muy limitado, no me da para pensar en el Nuevo Mestalla o en la guerra social contra Lim. Alguno dirá que eso es que soy un meritoner o cualquier gilipollez de las que se usan, aunque yo tengo claro que la razón es que el miedo me impide pensar más allá de ganar el siguiente partido, que como estamos, me parece algo complicado. Y eso ocupa todos mis pensamientos, aunque veo que no los de los demás.
Me da la sensación de que, o bien algunos asumen el hecho, que no lo entiendo, o que otros piensan que algo pasará que nos sacará como por arte de magia. Y que mientras, podemos seguir con nuestras cosas de siempre, nuestras guerras, nuestras recriminaciones, y demás, porque eso siempre ha de estar. Tengo miedo, de lo que pasa y de lo que puede pasar, y ese miedo no se combate con cabreo. O al menos es como lo veo yo, que tampoco soy nadie.