La imagen de Baraja como leyenda del Valencia, en nuestras manos

Manchar la imagen de Baraja como leyenda del Valencia sería una barbaridad sin precedentes. Y mira que aquí el listón lo estamos poniendo siempre alto para hacer una burrada más grande que la anterior, pero hay ciertas cosas que, al menos a mi modo de ver, deberían ser absolutamente intocables. Y el Pipo Baraja, en su conjunto, tendría que ser una de ellas, sin la menor discusión, sin que hubiera un debate que lo pudiera aguantar.

Como jugador es obvio que estamos ante uno de los mejores de la historia, en el mejor Valencia de la historia. Como entrenador, un tipo que arriesgó todo pudiendo ser el que bajara al equipo y lo salvó, y que luego, tirando de gente de casa, hizo un año más que digno sin que le trajeran apenas a nadie, viviendo algunos de los peores mercado de fichajes de todos los tiempos. Y este año, pues ya sabemos, aunque estamos aún en la jornada 15, y a nosotros nos faltan dos partidos por jugar.

Lo que estoy viendo, leyendo y escuchando me parece increíble, pero me callo. Y algunas conclusiones lo mismo, porque el Pipo, que ha pasado desde el primer día pero los resultados lo pararon mientras no fueron malos, ha sido usado como ariete contra la propiedad. Y claro, ahora ya no hay nada a lo que cogerse, y el trabajo hay que terminarlo. Hay muchas cosas que nos tenemos que hacer ver. Y sí, ahora ya es cuando se me puede empezar a insultar.