El Valencia de Baraja, el Valencia de hoy

Voy a hablar de él como mi amigo, no como el entrenador de mi equipo, porque la parte personal y emocional siempre cuenta

Toni Hernández | 30 NOV. 2024 | 10:43
Rubén Baraja

Estoy preocupado por el entrenador del Valencia. No, no es por si lo echan o lo dejan de echar, que al final eso son cosas del fútbol que tampoco dependen de nosotros y poco o nada se puede hacer cuando los resultados son los que mandan. Y sí, en otro Valencia es posible que estuviera fuera hace semanas, pero también es cierto que en otro Valencia, como se dice tantas veces, las carencias no fueran las mismas que tenemos ahora.

Desde el primer día ha cargado con demasiadas cosas, impropias de un entrenador de fútbol, pero claro, en el Valencia es mucho más que eso. Muchas responsabilidades que no son suyas, muchas explicaciones que no le tocan, mucho desgaste que no le corresponde. Y sí, claro, comete errores, como todos, y esos errores, como pasa siempre en el fútbol, salen caros, pero nadie es ajeno a ellos, y menos, repito, cuando los mimbres son los que son.

Estoy preocupado porque le veo muy preocupado, le veo tenso, como entiendo que estamos todos. Porque para él esto no es un trabajo, esto es el Valencia, y eso es lo más grande para el Pipo. Dentro del miedo que sentimos, todos debemos calmarnos un poco, o bastante, porque en caso contrario estamos muertos en la orilla. Pero al míster, el líder, el faro que nos guía, a ese debemos ayudarle, porque vamos justos, lo sabemos, y no podemos ponernos nosotros mismos más zancadillas.