La motivaciones y exigencias de Rubén Baraja

A Rubén Baraja se le vio muy serio en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Girona, en su cabeza estaba la frustración por los últimos resultados y el hecho de estar en medio de una batalla que ya empieza a preocupar demasiado. Reconoció que no hubo comunión en el estadio y el ambiente se parecía bien poco a lo visto durante el año; fue una recapitulación triste de la temporada.

Pero ahora toca seguir remando, con contrato en vigor su continuidad no se discute. Pero el técnico también sabe que si la actual mala racha de resultados tiene continuidad en el inicio de 2024-25 será el blanco de las críticas. Así es el fútbol y más con un entorno tan volcánico como el del Valencia. Por eso sabe que realizar una planificación mínimamente coherente es la única vía para la supervivencia. Baraja se ha ganado el derecho a que su voz sea escuchada, si se producen ventas merece que los recambios tengan cierto nivel y no se vuelva a jugar a la ruleta en el mercado.

En su mente está la ambición de formar un equipo que siga creciendo. Aunque el premio de Europa no llegó esta temporada el Valencia ha plantado cara hasta que las fuerzas terminaron por desaparecer. Baraja es la única figura que crea unión en el valencianismo actual, veremos hasta cuándo y si el club se une definitivamente a su barco.