Un Valencia con ímpetu pero sin pausa

En el fútbol el gol se paga, pero para llegar a él es obligado acertar en las acciones finales y tener la cabeza fría para tomar la mejor decisión cerca del área. La situación del club ha provocado que la plantilla se llenara de jugadores jóvenes temporada a temporada, no podemos decir que exentos de calidad aunque muchos de ellos tenían en común la precipitación en los metros finales. Incluso un auténtico pelotero como Gonçalo Guedes tardó en sacar su mejor fútbol por las ganas de acabar jugadas rápido o no mirar a los compañeros.

La historia se repitió con Samuel Lino la pasada campaña, otro jugador de un talento incuestionable pero que en Mestalla no mostró la eficacia necesaria en el disparo, lamentablemente ha sido en el Atlético de Madrid donde ha explotado de verdad tras un año de duro aprendizaje en Valencia. Ahora Fran Pérez encarna a la perfección esta figura de futbolista que en ocasiones llega a desesperar al aficionado y cuyos controles o pases a la nada estropean buenas aptitudes como la velocidad o el desborde.

Es el problema de contar con plantillas poco rodadas en la élite y que a menudo deben sacar del atolladero al equipo al no contar con otras piezas. No obstante hay que estar satisfecho del rendimiento de unos jóvenes que esta campaña están cumpliendo con creces a pesar de su exceso de ímpetu y las imprecisiones en zonas decisivas del campo.