En Valencia pasamos de hablar de Europa a no hablar de fútbol

En el entorno del Valencia se ha pasado de Europa a la nada en cuestión de unos pocos días. Así funcionamos, y de toda la vida, que aquí no se ha inventado nada. Desde la derrota del sábado en Gran Canaria, la palabra Europa no ha vuelto a sonar, que es posible que no lo hubiera tenido que hacer nunca, pero ahora ha pasado al más absoluto ostracismo.

Al fondo del cajón de las cosas perdidas. Y no conformes con ello, hemos ido más allá y hemos puesto el fútbol en el mismo sitio, porque ahora toca hablar de estadios, manifestaciones y demás historias que, según la guardia pretoriana de la moral valencianista, es en lo que debemos estar pensando todos, estemos o no de acuerdo con ello.

Viene el Sevilla, que además de todo, es un rival que nos pondría los ojos inyectados en sangre, pero ni por esas. Aún habrá quien le haga más caso al entrenador visitante que el partido, de eso estoy muy seguro, con todo el respeto a Quique, al que ahora veo de una forma muy distinta a la de hace más de 15 años, dicho sea de paso.

Dar la temporada por acabada es un error, un grave error, porque aquí hay que apretar hasta el final, disfrutar de los chavales cada partido, y estar a su lado en todos y cada uno de ellos. Y eso no tiene nada que ver con Lim ni con nadie, sino con nosotros, es algo entre valencianistas, nuestro compromiso con el escudo, nada más que eso. O nada menos que eso, conforme lo queramos enfocar, que desde luego, cambia bastante la perspectiva que podamos tener de las cosas.