El arbitraje español y las tomaduras de pelo a los “equipos normales”

Lo que pasa en España con el arbitraje y el VAR es algo que no se puede consentir. Madrid y Barcelona, que luego son los que más ruidos hacen de largo porque altavoces son los más potentes, van aparte, digan lo que digan, y sigue siendo una vergüenza que tengan la poca decencia de abrir la boca cuando han sido, son, y mucho me temo que serán, los grandes beneficiados siempre.

El año pasado vimos cosas con el Valencia que nos hacían pensar en una conspiración por más que no quisiéramos, y este año, ya sin Rubiales, también hemos asistido a decisiones que no tienen sentido. A nosotros nos miran jugadas casi desde el vestuario cuando es en contra, y a favor resuelven situaciones en treinta segundos, y casi nunca de forma favorable a nuestros intereses.

Hay más equipos que pueden, y deben, poner el grito en el cielo, como por ejemplo el Celta de nuestros querido Rafa Benítez, al que directamente están acribillando de una forma lamentable, siendo el pasado fin de semana un ejemplo palmario, con un penalti a favor en el minuto 97 que colegiado, vía VAR, anulaba cuando antes lo había señalado. O el Mallorca quedándose con 10 en Sevilla contra el Betis debido a una falta… que habían hecho al jugador que luego fue expulsado. Y luego podemos entrar en otro escabroso asunto: las declaraciones.

En Valencia nos siguen escociendo los 4 partidos que se le metieron a Gayà por no faltar al respeto a nadie, y eso, no ha vuelto a suceder ni jugadores ni con entrenadores de otros equipos, y ha habido para dar y tomar. ¿Fuimos otra vez los conejillos de Indias que servimos para dar ejemplo a los demás? Pues mucho que temo que sí, pero de nuevo, si nos quejamos, es que somos unos llorones. Tenemos un grave problema, y se tiene que solucionar. Todos.