Orgullo de un valenciano como Juan Roig, envidia de no tenerlo en el Valencia

El Roig Arena simboliza muchas cosas, todas ellas muy importantes, y a algunos nos abre heridas dolorosas del pasado porque no fuimos inteligentes ni justos

Toni Hernández | 15 SEPT. 2025 | 00:04
Roig Arena

Ojalá Juan Roig comprara el Valencia, y ojalá no hubiera en Valencia un Juan Roig sino mil. Lo digo bien alto y bien claro, porque ni por asomo pienso ser dudoso, no lo he sido con esa familia en 30 años. Con él y con su hermano Fernando, y también con Paco en algunos momentos, fuimos terriblemente injustos, viendo fantasmas donde no había nada, y montándonos películas sobre conspiraciones que estaban basadas, sobre todo, en que otros querían que mandaran "los suyos".

Ese agua no mueve molino, seguro, pero duele a los que tenemos memoria. Duele mucho. Y cuando ves el Roig Arena no duele, es como si te arrancaran un brazo, al menos es como lo siento yo. Primero sientes un orgullo tremendo como valenciano, porque en mi ciudad vamos a tener un recinto de los que admiraríamos si lo viéramos fuera de ella. Y como valencianista se me llevan los demonios pensando en lo que dejamos escapar por no tengo muy claro qué estúpidas razones.

No somos conscientes de la figura de Juan Roig, porque muchas veces mezclamos las cosas y vemos cosas que no existen a cuenta de otros intereses. Es imposible, ya es imposible, pero ojalá y hubiera comprado el Valencia cuando se pudo dar y nosotros lo impedimos. Y ojalá, de eso estoy seguro, siga haciendo grandes cosas por su tierra, generando riqueza y exportando el nombre de Valencia allá por donde va. Muchos más como él, muchos más.