Rubén Baraja “sólo” quiere ser un entrenador “normal” en el Valencia

Rubén Baraja quiere seguir siendo entrenador del Valencia. Sería el tipo más feliz de la tierra si renovara su contrato, y el dinero no va a ser ningún problema para hacerlo. El tema se complica cuando se habla de las condiciones de trabajo, que es algo muy simple y muy sencillo, pero que en el Valencia actual son poco menos que una cuestión de estado. Lo que pide el Pipo es que seamos un club de fútbol normal, sólo eso.

O nada menos que eso, que en este contexto, ya se hace difícil saber lo que es de una manera y lo que es de otra. No se trata de ser el que más mande, porque esas tontunas son para los peliculeros, y esto es la vida real. Pero si se quiere hacer un proyecto, se debe tener una dirección deportiva fuerte, respaldada por la propiedad en este caso, un entrenador con varios años de contrato, que vaya de la mano de esa misma dirección deportiva, y una hoja de ruta deportiva muy clara trazada por ambos.

Baraja pide eso, solamente eso, y si el Valencia no tiene a bien funcionar de este modo, que es totalmente lógico y sensato (que igual el problema es ese, que no hay nada loco), él no seguirá en el banquillo de Mestalla el año que viene. Que sí, que otro vendrá, que no se trata de ir al extremo, sino de lo que el mismo Pipo dijo cuando acabó el partido contra el Betis y esta infausta Liga: “hay que hacer reflexiones desde la calma y analizar porque hemos llegado a la jornada 38 en esta situación.

Ser críticos y buscar las causas. La temporada es muy mala. Esto nos tiene que servir de lección para cambiar la mentalidad y ser un club potente como éramos antes. Un club con las cosas claras, exigencia máxima y un proyecto de futuro. Todos tenemos que saber lo que representa este club”. Es que no hace falta nada más, aunque todo esto sea un enorme esfuerzo para el club que tenemos en este momento.