Conceptos claros en el Valencia de Baraja

La fragilidad defensiva ha sido uno de los grandes problemas mostrados por el Valencia en la primera parte de la temporada, demasiadas concesiones y errores en momentos clave de los partidos. Pese a que las sensaciones generales han sido esas también es justo realizar una lectura a nivel numérico, y en este caso la cifra de goles encajados no ha sido tan escandalosa como en temporadas anteriores, de hecho tan solo el Valencia de Marcelino en 2018-19 presentaba datos mejores si analizamos las últimas seis campañas.

Aquí debemos valorar el trabajo de Mamardashvili ya que es evidente que el equipo no ha mostrado solvencia, pero lo cierto es que muchos partidos se decidieron con marcadores muy ajustados y lo que le ha faltado de verdad a este Valencia es equilibrio. Los 27 goles encajados sí son muchos si pensamos en que solo se anotó la misma cantidad, y muchos de ellos están concentrados en pocos partidos (5 al Getafe y 3 al Betis o el Celta por ejemplo). Baraja lleva pocos días al mando pero se ha concentrado en simplificar y sobre todo ajustar los mecanismos defensivos y las marcas.

No era fácil contrarrestar a la Real y el pasado sábado los donostiarras crearon muy poco peligro, los zagueros no se complicaron en los minutos decisivos y se aprecio la contundencia que muchos demandaban. El Valencia va a sufrir pero de aquí a final de temporada se encontrará muchos encuentros parecidos y sobre todo momentos en los que el plus competitivo va a marcar diferencias. Baraja tiene claro el camino a seguir y ahora solo falta que la plantilla siga comprendiendo conceptos de base que no estaban asimilados.