¿Apagar fuegos o buscar soluciones en el Valencia?

Existe unanimidad a la hora de valorar la llegada de Baraja al Valencia, algo que en tiempos de batalla como los actuales es noticia. El entorno desea lo mejor al Pipo y muestra cariño por una leyenda que lo fue todo como futbolista, a nadie le disgusta que un emblema como él pertenezca a la entidad y no hay dudas de que se lo dejará todo para ayudar al Valencia a salir del pozo. Pero también hay consenso y muchas dudas sobre su verdadera valía como entrenador, si nos basamos en su currículum y la experiencia previa nadie puede defender que se haya firmado a un técnico contrastado. Esto preocupa mucho.

La otra pieza del rompecabezas vuelve a ser Meriton y su peculiar manera de gestionar un club de fútbol, y es que la elección de Baraja responde a la cuestión económica pero también a una maniobra de distracción en tiempos difíciles. Si Gattuso fue portavoz y escudo en los últimos meses el Pipo lo va a ser todavía más, el técnico dará la cara y teniendo en cuenta la crispación existente en la actualidad no se trata de una tarea fácil.

El objetivo de todos es que el Valencia se salve, pero el trasfondo deja muchas dudas de cara a la temporada que viene. No es descabellado pensar en que Peter Lim ya tenga en su cabeza otro nombre para el banquillo de la próxima temporada, haber contratado a Baraja tan solo hasta el mes de junio le daría libertad de maniobra sin la obligación de pagar un nuevo finiquito. Son los tiempos y el proceder habitual de Meriton, de momento Baraja sirve de apagafuegos temporal y el efecto se extenderá si el equipo vuelve a la senda del triunfo en las próximas semanas. El Valencia CF sigue siendo un completo galimatías.