No puede ser el último partido de Bordalás en el Valencia

Tiene contrato el año que viene, pero su continuidad va a depender de muchas cosas... que no sabemos ni atisbamos

Toni Hernández | 21 MAY. 2022 | 00:03
José Bordalás

Espero que no sea el adiós del Bordalás al Valencia, porque ese sería otro golpe muy duro para todos los valencianistas que seguimos pensando que podemos ser un equipo mejor. Tiene contrato, aunque existe esa cláusula de salida que se pone a todos los entrenadores desde Prandelli, pero no me entra en la cabeza que el club vaya a ejecutarla. O forzar al técnico alicantino a que lo haga él, que es la otra opción que se puede dar. Bordalás es la última esperanza, no porque sea el mejor entrenador del mundo o deje de serlo, sino porque entiende dónde está, lo que tiene que hacer y cómo, y porque respeta a la entidad que le paga por encima de todo, y eso es algo muy complicado de aunar en la misma persona.

No, no es perfecto, ni mucho menos, pero tiene un plan, ideas claras, ambición, y estando aquí cumple uno de sus sueños personales y profesionales. Es obvio que sin armas no puede ir a la lucha, o que no podemos pedirle que gane cuando los demás, muchos de los demás, son mejores que nosotros, pero con una serie de mínimos que se saben perfectamente, la historia sería diferente.  No, no se puede ir ahora, de esta manera, porque sería más caos, más problemas, más desidia, más todo cosas negativas que sumar a un carro en el que ya no cabe ni un alfiler. 

Mestalla le quiere y le respete, aunque a veces se cabree porque nos gustaría jugar mejor y ganar más partidos. Pero tampoco entendería que se fuera, o sí, desde cierto punto de vista. Esto no puede seguir así, no podemos rendirnos ni sentirnos derrotados, no entiendo a Peter Lim hace tiempo, no sé que hace aquí Anil Murthy, sólo consigo tener claro que soy del Valencia desde que me parieron y que me moriré siendo del Valencia, y que no soporto ver sufrir a mi club y a la gente que lo quiere. Y ahora mi hija es una de ellas, y con mucho más motivo. No puede ser el último baile Pepe, no puede ser.