El partido de mañana en el Coliseum es de especial relevancia, dos equipos de la parte baja que buscan aire y en el caso del Valencia con un clima irrespirable. En el banquillo del Getafe José Bordalás, un técnico que pese a tener un paso fugaz por Valencia dejó un buen recuerdo y rozó el título de copa. Eso ya es historia, al igual que los calientes duelos en los que ambos equipos forjaron una rivalidad de nuevo cuño.
“José Bordalás se ha ofrecido al Valencia para salvarlo de descenso”. La noticia salió el pasado viernes, y algunos nos hemos tomado un tiempo no para contarla, que tampoco es la función de esta web, sino para analizar las razones de que algo así vea la luz, porque es para sentarse y pedir una copa. O dos.
El Valencia se está acostumbrado demasiado a repetir tendencias y errores temporada tras temporada, ya es un clásico instalarse en zona de nadie a mitad de curso, pero también se repiten otros aspectos. Uno de ellos es que al Valencia le cuesta demasiado recuperarse de los golpes, esta temporada solo fue capaz de salvar tres puntos empatando partidos en los que se puso por debajo en el marcador: Espanyol, Elche y Real Sociedad. Lo preocupante es que no remontó para ganar ni una sola vez y el problema viene de lejos.
Hace mucho tiempo que el Valencia está lejos del lugar que le corresponde, pero lo que se está viendo esta campaña está fuera de toda lógica y los números son escandalosos en lo negativo.La pasada temporada el Valencia hizo una liga discreta, muy discreta podemos decir ya que el objetivo mínimo de alcanzar una plaza europea quedó muy lejos.
El Valencia vuelve a llegar a finales del mes de enero con muy pocas opciones de alcanzar un puesto europeo y la inacción del club a la hora de reforzar al equipo. La pasada campaña la ilusión de la copa tapó los problemas, pero en esta ocasión el sueño de alcanzar otra final se ha esfumado en los cuartos de final. El club cambió con la salida de Marcelino y Mateu Alemany en 2019, la etapa Celades no fue más que una transición hacia lo que se repetiría en los tres cursos posteriores.
Los jugadores del Valencia disfrutan de un merecido descanso tras semanas de mucho trabajo, las pruebas no fueron demasiado positivas en cuanto a resultados pero a partir de la próxima semana comenzará lo verdaderamente importante. Son días de hacer balance y lógicamente el valencianismo no puede estar satisfecho con lo vivido en los últimos 12 meses.
"Me habría gustado conocer a Peter Lim. Posiblemente habría cambiado algo. Alguno se empeñó en que eso no ocurriese. Tenían miedo a que Peter Lim me conociese; no tengo ninguna duda". Las palabras son de José Bordalás a Paco Polit, en una entrevista que, más que cerrar temas, los han dejado más abiertos aún.
José Bordalás es un técnico marcado por el carácter que imprime a sus equipos, el alicantino es criticado constantemente y sin duda los árbitros suelen estar condicionados por el entorno. Con Gennaro Gattuso se produjo un gran cambio en la filosofía de juego del Valencia, el equipo propone y lleva la iniciativa pero a pesar de la juventud el equipo no ha perdido su grado de intensidad. Es algo que Gattuso exige y que sin duda a veces causa malas pasadas.
El partido de mañana en el Coliseum es de especial relevancia, dos equipos de la parte baja que buscan aire y en el caso del Valencia con un clima irrespirable. En el banquillo del Getafe José Bordalás, un técnico que pese a tener un paso fugaz por Valencia dejó un buen recuerdo y rozó el título de copa. Eso ya es historia, al igual que los calientes duelos en los que ambos equipos forjaron una rivalidad de nuevo cuño.
Hace mucho tiempo que el Valencia está lejos del lugar que le corresponde, pero lo que se está viendo esta campaña está fuera de toda lógica y los números son escandalosos en lo negativo.La pasada temporada el Valencia hizo una liga discreta, muy discreta podemos decir ya que el objetivo mínimo de alcanzar una plaza europea quedó muy lejos.
“José Bordalás se ha ofrecido al Valencia para salvarlo de descenso”. La noticia salió el pasado viernes, y algunos nos hemos tomado un tiempo no para contarla, que tampoco es la función de esta web, sino para analizar las razones de que algo así vea la luz, porque es para sentarse y pedir una copa. O dos.
El Valencia vuelve a llegar a finales del mes de enero con muy pocas opciones de alcanzar un puesto europeo y la inacción del club a la hora de reforzar al equipo. La pasada campaña la ilusión de la copa tapó los problemas, pero en esta ocasión el sueño de alcanzar otra final se ha esfumado en los cuartos de final. El club cambió con la salida de Marcelino y Mateu Alemany en 2019, la etapa Celades no fue más que una transición hacia lo que se repetiría en los tres cursos posteriores.
El Valencia se está acostumbrado demasiado a repetir tendencias y errores temporada tras temporada, ya es un clásico instalarse en zona de nadie a mitad de curso, pero también se repiten otros aspectos. Uno de ellos es que al Valencia le cuesta demasiado recuperarse de los golpes, esta temporada solo fue capaz de salvar tres puntos empatando partidos en los que se puso por debajo en el marcador: Espanyol, Elche y Real Sociedad. Lo preocupante es que no remontó para ganar ni una sola vez y el problema viene de lejos.
Los jugadores del Valencia disfrutan de un merecido descanso tras semanas de mucho trabajo, las pruebas no fueron demasiado positivas en cuanto a resultados pero a partir de la próxima semana comenzará lo verdaderamente importante. Son días de hacer balance y lógicamente el valencianismo no puede estar satisfecho con lo vivido en los últimos 12 meses.
"Me habría gustado conocer a Peter Lim. Posiblemente habría cambiado algo. Alguno se empeñó en que eso no ocurriese. Tenían miedo a que Peter Lim me conociese; no tengo ninguna duda". Las palabras son de José Bordalás a Paco Polit, en una entrevista que, más que cerrar temas, los han dejado más abiertos aún.
José Bordalás es un técnico marcado por el carácter que imprime a sus equipos, el alicantino es criticado constantemente y sin duda los árbitros suelen estar condicionados por el entorno. Con Gennaro Gattuso se produjo un gran cambio en la filosofía de juego del Valencia, el equipo propone y lleva la iniciativa pero a pesar de la juventud el equipo no ha perdido su grado de intensidad. Es algo que Gattuso exige y que sin duda a veces causa malas pasadas.