¿El adiós de Soler y Gayà al Valencia?

Hoy puede ser el último partido en el Valencia de Carlos Soler y José Luis Gayà. No podemos poner paños calientes a una situación que sabemos cómo está, y que aunque parece que puede reconducirse en el caso del lateral de Pedreguer, parece poco menos que imposible que termine con ambos en el equipo el año que viene. Si soy sincero, esa ha sido mi sensación todo el curso, pero hubo un momento, antes y justo después de la final de la Copa del Rey, que estaba convencido que sí podía darse. Pero viendo todo lo ocurrido esta semana, y lo que no hemos visto, se antoja inviable que eso pueda suceder. Y decirle adiós a ambos, a sólo uno de ellos, va a resultar un trago duro, muy duro, para todos.

Y para ellos. Y estoy seguro que el que se vaya a ir lo sabe, y que hoy no podrá reprimir la emoción de despedir de su casa, de Mestalla, por muy lleno o vacío que pueda estar. Y ese momento, si se termina dando, puede ser incluso más demoledor que cualquier otra imagen potente que a buen seguro nos va a ir dejando la jornada. El día que Parejo o Rodrigo dijeron adiós fue un trago duro, pero amigo, estos dos son de casa, son del Valencia, han mandado esto desde que nacieron, sino fueran futbolistas serían valencianistas, y que te tengas que marchar es terrible, mucho más por los motivos que se dan.

Estoy dando por hecho que van a pasar cosas cuando realmente no lo sé, nadie lo sabe, pero es que se hace imposible pensar lo contrario, no hay nada a lo que agarrarse para convencerte de otra cosa, y eso duele tanto como las despedidas que tenemos en la cabeza. Habéis estado y dado la cara cuando peor estaban las cosas, no os habéis ido cuando todo el mundo quería huir, y que ahora no renovéis, uno o los dos, o que os obliguen a iros como dejaba caer Anil Murthy, no es culpa vuestra. No sé qué pasará, pero aquí está vuestra casa, para siempre.