Que jamás nos quiten la ilusión por ser del Valencia

Pase lo que pase, mande quien mande, siempre del lado de nuestro equipo, porque eso siempre será lo que nos quede

Toni Hernández | 18 ABR. 2022 | 00:03
Valencia CF

Si hay algo que no me han quitado jamás, nadie, ha sido la ilusión por ser del Valencia. Tengo casi 48 años y me ha tocado vivir de todo, lo mejor y lo peor, y eso es algo que forja un carácter. O eso al menos es lo que yo quiero entender, o que al menos me da algo de paz interior para afrontar muchas veces ciertas situaciones. En diversas ocasiones me he dicho a mí mismo que le iba a tomar distancia a esto, que no se puede vivir con el corazón en un puño por el Valencia (que te hayan llegado a ingresar por esta razón marca, claro), pero no he sido capaz más allá de un par de días… y porque seguramente no había ningún partido que jugar y que jugar. Porque esto es algo que, cuando se te mete en el cuerpo, ya no sale nunca. 

Y eso lo estamos viendo estos días, en estos meses, cuando hay quien se ha cansado de decirnos que el valencianismo se había separado del Valencia, que ya no había sentimiento de pertenencia, cuando nos han taladrado con la desafección como si fuera un hecho cierto… que no lo era, ni mucho menos. Estamos viviendo unos días especiales, con una sensación rara, porque es así. Vamos a jugar una final, no es contra el Madrid ni contra el Barcelona, y no somos ni nos sentimos favoritos. Pero con todo y con eso, hay miles de personas en toda la provincia, y en el resto de la Comunidad, y por todo el país, montando un viaje a Sevilla para poder ver ese partido. Eso se llama creer, se llama sentimiento, se llama valencianismo en vena. 

No sé qué pasará en La Cartuja, aunque tengo claro lo que me gustaría que pasara, como todos, pero sea lo que sea, de allí tenemos que volver todos con esa sensación mucho más fuerte e interiorizada dentro de nosotros. Y sobre todo, trasladarla a aquellos que vayan a vivir esto por primer vez, porque ello son el presente y el futuro, y serán los que tengan que mantener ese sentimiento contra viento y marea, con las circunstancias y los contextos que sean, y poder pasarlo a la siguiente generación. Que jamás nos quiten la ilusión por ser del Valencia, nunca.