Contradicciones morales en la venta del Valencia
Cuando las cosas se analizan sin ningún tipo de filia ni fobia, te sale todo mucho más limpio, y lo puedes ver como mayor claridad y transparencia

“Me hace gracia que quien dice que Amadeo Salvo no obligó a Peter Lim a construir el Nuevo Mestalla, diga que Lim debe cumplir aquello a lo que se comprometió. La verdad es que ni podía obligar ni comprometerse”. Confieso que no había planteado este asunto de esta manera, pero para eso tengo buenos amigos como @drakilvcf, que me hacen tener visiones con perspectiva, que siempre es lo importante. En esta doble exigencia existe una contradicción gigante, porque si Salvo es “culpable” de no obligar a nada, Lim no puedo serlo de no no cumplir lo que no estaba obligado a hacer.
Quizá la explicación, en la forma, pueda ser un poco enrevesada, pero en el fondo no puede ser más clara, sin buscarle 3 pies al gato, claro. Aunque el amigo Carlos sigue pensando en voz alta, con reflexiones contundentes que no suelen gustar: “el verdadero contrato de venta del Valencia es el de la subrogación de créditos de Bankia. Ahí está todo, ya que Bankia sí puede obligar a Lim, ¿a qué? A lo que pactara entonces y no sabemos ni nadie pregunta”. Que es donde está la miga de todo, lo que se negociara con el “dueño real” del club en 2014, que no era nadie más que el banco, ese que se negó a ir a concurso de acreedores porque hubiera sido el principal perjudicado por la quita que le hubiera tocado hacer.
“El titular de las acciones de la venta era un moroso (la Fundación), que no tenía capacidad más que formalmente, porque no tenía pasta para afrontar un crédito (de dudosa legalidad) con acciones pignoradas. Esta es la verdad, lo demás ruido y río revuelto para pescadores taimados”, que es otra de las cosas que duele, y cuyo responsable se llama Manuel Llorente, además de Bankia. Y lo mejor, como en una mascletà, para el final. “En cuanto al contrato de refinanciación de Bankia, ojo a lo que dice el abogado del Valencia: la garantía que dice que esa operación es de mercado es que Bankia la autorizó.
Era beneficiosa para repagar su deuda, no sólo el préstamo que vencía en junio”. O lo que es lo mismo, ¿Por qué iba a tener que autorizar Bankia un crédito al Valencia? No se me ocurre otra razón a que el Valencia necesite su autorización para endeudarse por aquél contrato de crédito. Y ello puede tener implicaciones en algunas cosas que hemos criticado”. Hablamos mucho, sabemos regular, y juzgamos demasiado rápido, y desde un interés que cada día empieza a ser más claro.