La ruleta rusa del Valencia de Bordalás

Hay varios aspectos que se han convertido en seña de identidad del Valencia en este inicio de temporada, el primero de ellos es la debilidad defensiva pero sobre todo el hecho de jugar la mayoría de sus partidos al borde del precipicio. En el camino encontramos lunares muy negros, sobre todo las dos visitas a Sevilla y el encuentro en el Santiago Bernabéu. En ellos el conjunto de Bordalás fue batido con claridad y justicia, pero desde que comenzó la temporada los aficionados valencianistas se han acostumbrado a vivir sin aliento los partidos del equipo.

Si exceptuamos el fácil compromiso ante el Utrillas y la goleada en Pamplona muchos de los partidos se decidieron en los últimos minutos o incluso en la prórroga. El Valencia ya sabe lo que es sufrir en la copa ya que tanto el Arenteiro como el Cartagena le pusieron las cosas muy complicadas. Pero tampoco han sido normales las remontadas, se perdieron valiosos puntos en Mestalla en los últimos minutos ante Real Madrid y Espanyol, aunque también el descuento y los tramos finales fueron aliados para rescatar partidos que parecían perdidos. 

En definitiva, el Valencia es incapaz de cerrar la gran mayoría de sus encuentros cuando va por delante en el marcador y esto es un gran problema, la debilidad defensiva está penalizando demasiado y ante el Atlético Baleares Bordalás tendrá que hacer más rotaciones de las previstas ya que el equipo llega en cuadro por culpa de las lesiones y el COVID. Que nadie espere un partido plácido ya que los precedentes nos muestran a un Valencia que no termina de encontrar la línea y suele jugar a la ruleta rusa de forma habitual.