Bordalás y la necesidad de levantarse ante la adversidad

Opinión/ 2022 no puede haber comenzado de peor manera en todos los sentidos pero el Valencia está en el momento de levantarse o volver a la mediocridad

Jose Hernández | 13 ENE. 2022 | 08:00
Valencia CF

Son días difíciles para el Valencia CF, tras unas semanas de relativa calma solo cortada por la polémica Junta en la que la mayoría de accionistas no pudieron estar de manera presencial, el "todomalismo", la frustración deportiva y los enfrentamientos ajenos al terreno de juego han vuelto a escena. La derrota ante el Espanyol hizo daño pero peor fue lo que ocurrió en Madrid. Se perdió de la manera que más escuece: con un escándalo arbitral, siendo avasallado en el segundo tiempo y sufriendo el ninguneo de varios medios de la capital.

El club intentó defenderse desde las redes sociales con un tuit que creó división de opiniones pero que francamente no parece que pueda servir para recibir mejores arbitrajes en ciertos campos. Los casos de COVID no dejan de atacar a la plantilla y los plazos de recuperación de algunos lesionados se alargan de manera inexplicable. La guerra interna entre aficionados no cesa y a ello se ha sumado el caso Wass. Ahora el Valencia tiene una patata caliente con un jugador que se ha querido marchar.

¿Les parece poco? Pues hay más, ya que a 13 de enero la entidad no ha acometido ningún fichaje e incluso Bordalás está en el punto de mira ya que ha pedido refuerzos pero con la boca pequeña. Sabe que con lo que tiene al Valencia no le da para estar muy por encima de mitad de tabla y aunque el problema del Valencia es estructural el técnico también tiene responsabilidad en los 32 goles encajados que hicieron mucho daño.

Por eso decimos que la situación es complicadísima pero es momento de unirse. Desde el cuerpo técnico hasta el último aficionado, buscando alternativas reales a la actual propiedad o al menos intentando crear algún nexo de unión que pueda beneficiar a una plantilla con poca experiencia y a la que le falta personalidad y oficio para no venirse abajo con los golpes. El club tiene que fichar y reforzar al equipo, porque si no lo hace Bordalás tendrá razones de peso para quejarse e incluso excusas. A partir de ahí los jugadores y el entrenador tienen que ponerse las pilas y pensar que todo lo que viene por delante son finales, empezando por el partido ante el Atlético Baleares. El entorno tiene que calmarse en la medida de lo posible porque el clima vuelve a ser irrespirable.