¿Señas de identidad recuperadas en el Valencia? Solo a medias

La plantilla goza de unos días de descanso a excepción de los internacionales, tiempo para recuperar fuerzas y también para hacer autocrítica. El Valencia tiene mucho que mejorar, sobre todo en la parcela defensiva y la concentración que se pierde en demasiados momentos. Bordalás ha detectado los problemas pero todavía no ha conseguido dar con la tecla definitiva que lleve a la regularidad. El alicantino lleva 169 días en el cargo, poco más de cinco meses en los que el trabajo ha sido incansable pero los resultados no han sido para tirar cohetes.

El primer objetivo del técnico era que el equipo recuperara el ADN competitivo, algo que ha conseguido solo en parte. Hay que reconocer que la plantilla está implicada con el Valencia a pesar de los problemas institucionales, y también es un hecho que los jugadores confían ciegamente en el técnico. Esto sí que ha sido un paso hacia adelante y las remontadas de última hora dejan claro que el equipo no se va a rendir en ningún momento.

Pero si hablamos de ADN hay que hacerlo de consistencia defensiva, solidaridad y concentración máxima en los entrenamiento y partidos. Lamentablemente en este sentido todavía no hemos conseguido ver a un Valencia con identidad propia, consistente y duradera en el tiempo. El Valencia da una de cal y otra de arena, y en algunos partidos se ha parecido muy poco al Valencia CF que todos esperábamos ver cuando Bordalás firmó por el conjunto de Mestalla. Esperemos que la pequeña recuperación vivida en los últimos partidos tenga continuidad tras el parón, si es así podremos empezar a afirmar que el Valencia sí ha recuperado su identidad de manera definitiva.