Aprender la lección para no repetir errores

Las derrotas siempre duelen, y si se producen ante el Real Madrid y de la manera en la que el Valencia se dejó los tres puntos el pasado domingo mucho más. Hay muy poco que reprochar al equipo y así lo reconoció la afición, los jugadores se lo dejaron todo y solo cedieron en una cruel parte final del encuentro. Fue un partido para sacar conclusiones positivas y convencerse de que este Valencia tiene mimbres para competir, pero también debemos reflexionar sobre lo que le ocurrió al equipo en los últimos minutos. El Valencia se vino abajo de manera estrepitosa en el apartado físico, y al margen de que no se jugó con inteligencia principalmente se pagó el esfuerzo de los primeros 75 minutos.

El Valencia vuelve a tener internacionales y eso siempre es una buena noticia, pero de momento los esfuerzos ya han comenzado a pagarse en forma de lesiones y futbolistas tocados. La plantilla no es larga y la forma de jugar es muy definida, Bordalás quiere que sus jugadores realicen una presión asfixiante y vayan a por los rivales con un bloque muy alto. Esto puede ser muy efectivo pero también es arriesgado como se pudo comprobar ante el Real Madrid, Bordalás tenía un guión establecido en su cabeza pero no contó con el bajón general de los últimos minutos. En esta ocasión el plan no salió bien y el equipo debe aprender de cara a próximos compromisos.

Pudo el exceso de revoluciones y las ganas de agradar, al Valencia le faltó aplomo en algunas acciones y sobre todo dosificarse ante un rival que perdona muy poco. Una lección de la que a buen seguro tanto Bordalás como los futbolistas habrán tomado buena nota.