Discutir entre valencianistas lo evidente es absurdo, pero no todo es evidente
Las redes echan humo, la calle empieza a echarlo, y aunque no existe división alguna sobre el fin, sí la hay sobre cómo llegar a él
No pienso discutir con ningún aficionado del Valencia que no piense como yo. Tampoco voy a intentar convencer a nadie para que opine lo mismo que opino yo, ni tampoco tengo la menor intención de insultar a todo aquel que tenga otra visión distinta a lo que debe pasar con nuestro club. Todos tenemos claro que el futuro, y que sea el corto, es que Peter Lim salga de aquí. Porque su gestión no tiene sentido, especialmente desde hace dos años, y porque a nivel social está totalmente acabado.
En esto, repito y lo haré muchas más veces, no hay nadie que piense lo contrario. Y también repito, por desgracia, que hay quien está empeñado en generar unos enemigos de esto como si existieran de verdad, como si no viniera bien que no hubiera nadie en contra de algo. Como si se necesitara algo de barro para ser feliz. Eso termina generando división, y lo hace porque aunque todos estamos de acuerdo en el fondo de la cuestión, no todos vemos igual la forma ni el camino para poder conseguirlo. Lo que no significa que no lo tengamos claro.
Soy de los que piensa que debe venir otro inversor a comprar a Lim su 85% de acciones. "Cambiar de cacique", me decía un miembro de LibertadVCf en twitter hace unos días. No lo veo así, porque entonces, el Leicester tiene un cacique que llora cuando su equipo gana la final de la FA Cup. Yo lo veo así, pero respeto a quien piense que vendrá alguien a pagar y democratizar, o que la vía valenciana de los empresarios locales un día fraguará de verdad. Todas las visiones deben ser respetadas, porque todas tienen el mismo objetivo.