El día de Gayà y Soler en el Valencia, por muchas cosas

El Valencia de hoy en día, y se supone que para muchos años, es Carlos Soler y José Luis Gayà. Los dos, por las circunstancias que se dieron el verano pasado, se quedaban poco menos que solos como referentes deportivos y sociales de la institución. Y todo ello con 24 y 26 años respectivamente, es decir, muy jóvenes. Y sobre todo, muy solos, porque no quedó mucho donde agarrarse después de la operación limpieza, en todos los sentidos, que se dio en el pasado mercado estival.

Además, ambos están viviendo un año que es poco menos que un carrusel de emociones. Han sido elevados al cielo y hundidos a los infiernos en función de situaciones puntuales, sin tener en cuenta muchos factores que son los que explican estas cosas. Ahora el que está más en el ojo del huracán es Soler, pero hace algunas semanas se hablaba de un Gayà que estaba flojo, como con el freno de mano echado. Y ni están para el Balón de Oro ni para que los echemos a los leones con esa facilidad.

Soler y Gayà, junto con Jaume y Paulista, han sido el pegamento de esta plantilla con la realidad, con un la vida más allá de campos vacíos, muy poca presión social en primera persona, y una política deportiva del Valencia para echar a correr del susto. Hoy les toca lidiar en Sevilla uno de los partidos clave del año, y sin duda de los más complicados por todo. Quien suscribe confía ciegamente en los dos, porque siempre están, aunque no siempre acierten. Son el presente y el futuro, aunque muchas veces nos cueste reconocerles los méritos.