El gran pelotazo inmobiliario del Valencia... como única solución

El problema se llama dinero, porque la voluntad está muy bien, pero sin "pasta" no sirve de nada, y el actual campo es la llave de todo

Toni Hernández | 04 DIC. 2020 | 08:00
Mestalla

Hace más de 14 años, Juan Soler diseñó el gran pelotazo inmobiliario que iba a poner al Valencia en la “Champions League económica para siempre”. Explotó en mil pedazos la burbuja inmobiliaria y se lo llevó todo por delante, incluyendo al propio Juan Soler, a Vicente Soriano, al Nuevo Mestalla y a loa sueños de grandeza que terminaron poco menos que de un plumazo. Y en pesadilla. Se paró la construcción hace más de una década, pero el problema nunca estuvo, al menos de forma exclusiva, en no poder seguir metiendo cemento (sólo la familia Bertolín sabe lo mucho que ha hecho por este club).

La base de todo el proyecto era vender el actual estadio, para el que se consiguió la mayor recalificación urbanística de la ciudad, poniendo a disposición nada menos que 90.000 metros cuadrados edificables. Nunca llegó una oferta que fuera suficiente para la entidad, con distintos gestores, y esa ha sido la condena. El pelotazo inmobilario, en definitiva. Leía a mi amigo y gran periodista Jordi Gosálvez sobre este particular. “Salvo y Aurelio negaron la venta del Valencia para realizar una operación inmobiliaria. Hoy es la solución para que pudiera venir alguien. Lo de aquel proceso fue de locos”.

Siempre ha sido la solución, querido “cuerpo”, el problema es que nunca quisimos ver el origen del problema. Nadie en 15 años ha sido capaz de cerrar esa venta y soltarse de las cadenas de Bankia, que ha sido lo peor que le ha sucedido al Valencia moderno aunque nadie lo diga de forma abierta. Casi 3 lustros más tarde, seguimos en la misma casilla de salida, y abocados a pasar por el mismo proceso: vender el actual campo. Sin eso, ni amenazas, ni ATE, ni plazos, ni nuevo dueño. No hay más.