No puede haber barra libre para hablar del Valencia, ni el Valencia entrar a todos los trapos

La grandeza de una institutición radica en su conocimiento y en respetar su legado, y en que el club esté por encima de todo y de todos

Toni Hernández | 06 SEPT. 2020 | 07:30
Mestalla

La grandeza del Valencia radica en conocer su legado, su historia, en respetar aquellas cosas que nos han hecho un club centenario. Y eso equivale a haber sobrevivido a más de 100 años, con todo lo que eso conlleva a todos los niveles. Al Valencia hay que respetarlo, y siempre en dos direcciones: de dentro para fuera, que es absolutamente fundamental, y de fuera para dentro, donde todo no puede valer de ninguna de las maneras. Y si el respeto no es mutuo, estamos condenados en todos los aspectos.

El tono de todo ha subido hasta unos límites absolutamente intolareables. No se puede sacudir al club, porque al final hablamos de eso, con una brutalidad descarnada, traspasando cualquier límite del decoro, del buen gusto o del más mínimo atisbo de educación. Se pueden dar palos siderales sin necesidad de recurrir al insulto, y lo hemos visto con Dani Parejo y Rodrigo Moreno. Pasarse media docena de pueblos no te hace ser más duro con la crítica.

Y el Valencia debe ser encajador, porque es el Valencia, y está por encima de todo y de todos. El respeto en las dos direcciones. La institución no baja al barro, porque es demasiado grande, demasiado importante para cientos de miles de personas. Y por supuesto, no sirve de instrumento para ajustar cuentas personales con nadie ni de nadie. Si se considera que se ha atacado al Valencia de alguna forma punible, se va al juzgado y se denuncia, pero no se anuncia que se va a hacer. El club seguirá aquí dentro de 100 años, Dios quiera. Que lo tengan en mente todos los que rebasan los límites, de cualquier bando.