La noche en la que Sevilla se convirtió en una 'ciudad eterna'

Al valencianismo le quedaba cerrar el círculo en el estadio Benito Villamarín, hace solo un año Sevilla se convirtió definitivamente en una ciudad talismán

Jose Hernández | 25 MAY. 2020 | 07:56
Benito Villamarín

El Valencia podrá presumir de ser el campeón de copa vigente que más tiempo tuvo ese honor, lo será por un hecho triste que ha cambiado el fútbol y la vida, pero al fin y al cabo es el último capítulo de un título especial. Sevilla es ya la ciudad talismán del valencianismo por antonomasia, en 1999 se ganó la copa en La Cartuja, en 2004 se certificó el título de liga en el Pizjuán y faltaba completar la última pieza: volver a ser campeón y esta vez hacerlo en el otro gran estadio de la ciudad, el Benito Villamarín. Al título conquistado hay que añadir el hecho de hacerlo ante el gran Barça de Messi, y por supùesto que la copa llegara en una fecha tan señalada como el Centenario.

Sevilla se llenó de miles de valencianistas, y para los que tuvimos la oportunidad de estar ese día allí, las sensaciones fueron idénticas a las vividas veinte años atrás en aquella final ante el Atlético. Calor asfixiante, ilusión desbordada y éxtasis con el pitido final. El equipo dio la cara desde el principio y sorprendió a un Barça con muchas dudas, pero hubo que sudar sangre para ganar el partido. En las gradas ya se había comenzado a fraguar la victoria desde una hora antes del choque, cuando el sector valencianista ya poblaba más de la mitad del estadio. Jaume Domenech, Rodrigo Moreno, Gameiro o Coquelin fueron nombres propios de la final, y por supuesto un Parejo que tuvo que abandonar el encuentro entre lágrimas. Esas lágrimas siguieron durante muchos minutos, pero esta vez ya con la Copa del Rey entre manos. El 25 de mayo de 2019 el Valencia volvía a ser campeón tras once años.