El Valencia paga las consecuencias de ser negligente

Opinión/ La crisis del Valencia ya es una realidad, existen muchos motivos que han llevado a esta difícil situación y la propiedad está en el punto de mira

Jose Hernández | 23 FEB. 2020 | 08:00
Anil Murthy

El Valencia fue vapuleado de nuevo lejos de Mestalla, el equipo jugó un partido indigno y confirmó que se encuentra inmerso en una grave crisis de resultados. De poco sirven las disculpas vacías aunque en el día de ayer Dani Parejo lanzó un mensaje a la propiedad, los jugadores aprecian que las decisiones del club no son las correctas. Celades no es el mayor culpable aunque obviamente tiene parte de la responsabilidad, desde que comenzó 2020 la situación se le ha ido de las manos. Las lesiones no son producto del azar, habría que analizar el trabajo del actual cuerpo técnico (con el equipo médico) y también la preparación realizada en pretemporada después de una campaña con tantos partidos. Defender a capa y espada a Marcelino en esta situación es ventajista, nadie sabe lo que hubiera ocurrido si el asturiano estuviera ahora en el cargo. Pero lo que no es defendible bajo ningún concepto son los tiempos y las formas empleadas en el cese del técnico, dinamitar el proyecto con la temporada iniciada estaba cerca de la piromanía..

La propiedad se sitúa arriba de la pirámide y el tiempo se está encargando de demostrar que las decisiones adoptadas no fueron las correctas, tampoco en ciertos fichajes innecesarios. Ahora el Valencia se encuentra con un defensa con lesiones crónicas (Mangala), un lateral con el nivel justo para jugar en primera división (Correia), un entrenador novel y debilitado, un presidente que exige funcionarios que no hablen demasiado y un propietario que nunca ha explicado sus intenciones. El rompecabezas actual se puede definir con una palabra: caos. Ahora solo queda suspirar con un cambio de rumbo en La Liga y soñar con el milagro en la Champions, como dijo el club hace no tanto, "Es lo que hay".