No se trata de presión, se trata de que al Valencia sólo le vale ganar

“Al Valencia sólo le vale ganar, lo demás es fracasar”. No es presión, es exigencia, es una realidad manifiesta, es algo con lo que deben convivir los grandes equipos en las grandes competiciones. El error viene en otros momentos y por otras cosas. Por ejemplo, no podemos exigir, ahora mismo, ganar títulos por la regla del artículo 33, porque eso no es lo normal aunque nos lleváramos la Copa en mayo contra el Barcelona (por eso se debe valorar en su justa medida esa hazaña, porque es eso, una hazaña). Pero lo que no es negociable es que no se alcancen unos mínimos. El año pasado se pagó la novatada en la Champions, se acepta, pero el crecimiento viene dado por el aprendizaje en este aspecto: ahora no nos puede pasar lo mismo.

Y ahí es donde viene la exigencia, que bien entendida es buena, no nos equivoquemos. Hay que apretar para mantener siempre la tensión y evitar a toda costa la relajación. Veremos cómo se desarrolla el partido, pero antes de que comience, no ganar es un escenario inaceptable. Luego el fútbol dirá lo que tenga que decir y el balón dictará sentencia, pero el Valencia debe ganar al Lille los dos partidos de la fase de grupos si quiere estar en octavos de final. Y si no lo hace, y aunque de nuevo el fútbol será quien lo diga, lo normal es que no estemos. Esto es un grande, que como tantas veces se ha dicho últimamente, no espera a nadie.